viernes, 11 de noviembre de 2011

ANALISIS DE LA SITUACION ACTUAL.

A casi ocho años del acuerdo del Meriva (año 2004), las  ocurrencias y la  resignación plasman  la actividad sindical y laboral de GM España. Comienza a cerrarse el ciclo político Sindical de los acuerdos para Figueruelas, sin un programa de fabricación  sólido y garantías de  lanzamiento de nuevos modelos para el  futuro  (los sindicatos mayoritarios iban tan sobrados que parecía no hacerles falta). Y el acuerdo de los Eres para 2.011 y 2.012 nos deja con la sensación de haber estado enredados demasiado tiempo en cosas marginales, pura ingeniería Político-social y sindical, sin encarar los retos, que la planta más grande que General Motors tiene en Europa necesitaba. 
Hoy solo nos queda  como  triste legado:
* El  descarrilamiento estratégico sindical.
* El increíble despilfarro económico de la administración.
* El asfixiante agobio  existencial y económico que padecemos los trabajadores de GM España.
Ocho años más tarde el núcleo de los problemas de la empresa siguen estando ahí para peor:
* Creciente incremento de la productividad y competitividad  interna y externa.
* Desigualdad en los salarios y en la organización del trabajo.
* Las mejoras sociales de bienestar de los trabajadores amenazadas con desaparecer.
* Aguda precarización y  subcontratación laboral.
            El acuerdo alcanzado en Alemania para el futuro de Opel en Europa y el mantenimiento de los puestos de trabajo  no era la cuestión. Lo era, cómo reducir la brecha que divide a la multinacional,  entre las Factorías,  que tienen poder de decisión y económico y las que no tienen nada.
Entre otros temas serios, queda por definir, para que han servido la  ampliación  de los  paros técnicos y la flexibilidad de la jornada, cuyo fin era impedir los tan temidos ERES de suspensión y extinción de contratos y modernizar (según algunos sindicatos mayoritarios el sistema organizativo de la empresa y las relaciones laborales con la dirección). Quedan sin definir también el reparto  administrativo de los nuevos modelos a fabricar, el saneamiento integral de la multinacional y la aplicación del reparto de  beneficios  pactado para los trabajadores.
            Los sindicatos mayoritarios que conforman el comité de empresa  han tocado casi todo pero sin arreglar nada, no han estado a la altura de las grandes tareas pendientes. Para esta tarea se requiere mucho más, una  mayor firmeza político- social  y una mayor solidez ideológico- sindical. Pero estas dos cosas no se   improvisan y, seguramente, estos sindicatos mayoritarios que conforman el Comité de empresa, ya no las  tienen.
"Ahora en Alemania se ha decidido qué vehículos se van a fabricar en Europa y cuáles fuera de Europa" y el Comité de empresa europeo ha mantenido para la factoría de Figueruelas la definición de 2ª clase,  pese a que se juega seguir "viva" a partir de 2013, tras ocho años de sacrificios sociales y económicos.


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